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Es muy curioso pararse a repasar cómo se veía el futuro en el siglo XXI en la ciencia ficción de principios y mediados del siglo pasado. Coches voladores, naves espaciales, robots… y una buena dosis de desastres nucleares y ecológicos. Sin que esto quiera decir que no vayamos a ver, eventualmente, ninguna de estas cosas hacerse realidad (esperamos que sean las positivas), lo cierto es que la tecnología que realmente lo ha cambiado todo, Internet, se quedaba fuera de las predicciones. Como este 17 de mayo se celebra el Día de Internet (o más concretamente, de la Sociedad de la Información), desde Ágatar queremos hacer un repaso a los desafíos que tiene esta tecnología abiertos en la actualidad. Y cómo creemos que pueden evolucionar.

Primero, algunos datos que son muy significativos. En España el porcentaje de personas que afirman haberse conectado a Internet en los últimos tres meses es ya del 93,2% de la población de entre 16 y 74 años. Esto es, 2,5 puntos más que el año anterior según los datos del INE.  Este porcentaje es ya de casi la totalidad si nos vamos a personas de entre 16 y 44 años. Pero incluso si nos fijamos en el grupo de edad de 65 a 74 años ya son siete de cada diez los que se conectan. Internet es algo ya mayoritario en todas las edades. Y este porcentaje va a seguir aumentando. Hay que tener en cuenta que hace solo siete años, en 2014, ese porcentaje era del 74,4%, casi veinte puntos menos. Estos son los principales puntos de interés.

 

  • Falta de confianza: Es el dato más revelador. Hay todavía, y pese a los datos anteriores, mucha desconfianza sobre Internet. Cuando se pregunta a los usuarios si confían en esta tecnología, dos de cada cinco afirman que no lo hacen. Y este porcentaje no es mucho menor en el tramo más bajo de edad. Más de un tercio de usuarios de 16 a 24 años no confía en Internet, según los datos oficiales del INE. Quienes afirman que confían mucho son solo un 4,5%. Quizá esto explica que casi un 80% de los usuarios han gestionado su privacidad en la red de alguna manera. Por supuesto, otra manera de verlo es que uno de cada cinco aún no ve la necesidad.

 

  • Actividades Online:  Internet sigue usándose principalmente para acceder a canales de mensajería instantánea (casi un 90%) o mandar correos electrónicos (cerca de un 80%). Pero destaca que dos de cada tres ya lo usan habitualmente para operar con el banco o con las administraciones públicas. El ocio, con la visualización de vídeos o la escucha de música también está cerca de estos porcentajes. Pero hablamos aquí de las plataformas como Youtube.  Si miramos las plataformas audiovisuales como Netflix o HBO se quedan un poco por detrás, pero con estos datos en la mano lo cierto es que llegan ya a más de la mitad de los usuarios. Todo un logro teniendo en cuenta lo nuevos que son estos servicios.

 

  • Comercio electrónico: Un 1% puede parecer un porcentaje muy pequeño. De hecho lo es, pero este es el número de españoles que se atrevieron por primera vez a comprar online durante la pandemia, de acuerdo a los datos del INE. Así que resulta que ese 1%, cuando hablamos de millones de personas, resulta equivaler a miles de nuevos clientes. El comercio electrónico creció un 23% durante la pandemia y ya son compradores online más de la mitad de las personas de 16 a 74 años (53,8%). Un dato muy alto, que se ve reforzado por el hecho de que lo más comprado ya son productos físicos, moda y calzado principalmente, frente a viajes o servicios tecnológicos que hasta hace no mucho lideraban la lista. El gran reto será equilibrar las compras online con la supervivencia del pequeño comercio. Iniciativas como la de Todos tus libros, que agrupa a las librerías pequeñas de España en una sola plataforma, marcan probablemente el camino a seguir.

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