Decía el escritor norteamericano Ambrose Bierce que todo el mundo está loco, pero que al que se para a analizar su locura se le llama filósofo. Como en esta época seguro que estamos ya un poco hartos de que nos pidan tomarnos la situación de confinamiento con filosofía, quizá haya llegado el momento de llamar a las cosas por su nombre. Sí, llevamos tres semanas de cuarentena y nos queda al menos una mas. Y no hay otra manera de llamar a esto que locura. Así que aprovechemos algunos consejos para filosofar en estos días:
- El pijama, ¿ese gran ‘aliado’?: Vale, estamos todo el día en casa y lo más sensato parece quedarse en pijama todo el día. Salvo, quizá, ese rato que tenemos la temida videollamada con los jefes. O con algún miembro de tu familia, que todo puede ser. La cuestión es que en estos días es normal no arreglarse como hacemos habitualmente, pero a ver, el abandono total tampoco es lo deseable. Que estamos confinados en casa no en la isla de Robinson Crusoe..
- El deporte en casa: Después de tantos días sin salir, quizá sea el momento de plantearse un poco de actividad física. Os prometemos que el sofá y la cama van a seguir ahí cuando terminemos (afortunadamente). Se da el caso de que algunas personas están haciendo ahora más ejercicio que antes, pero tampoco nos vamos a pasar. Basta con que busquemos algunas tablas suaves de ejercicios o incluso que nos peguemos paseos por la casa, aún a riesgo de coger complejo de hámster. Siempre será mejor eso que perder la forma física. El confinamiento no tiene por qué querer decir sedentarismo.
- ¿Y la comida?: Sí, estos tiempos son el horror de la gente a la que no le gusta cocinar, pero quizá un momento como este sea el ideal para perder el miedo a los cacharros de la cocina. Prometemos que no muerden. Al menos los de nuestra casa. La clave está en experimentar y probar platos que normalmente no haríamos. Tenemos tiempo para empaparnos de recetas y probar cosas diferentes. Y recuerda, comer sano es ahora más importante aún que antes.
- Benditos memes: En estos tiempos de confinamiento si algo no nos faltan son memes. ¿Imagináis cómo hubiera sido una cuarentena como esta en los años 90? Probablemente lo hubiéramos resistido mucho peor, porque la fuente de creatividad y chistes de todo tipo que inundan la red siempre nos podrán sacar una sonrisa en casos de dificultad. Y el humor es el mejor aliado, especialmente cuando lo compartimos con los seres queridos.
- Y bendito Internet: Aquello de tener todo el mundo al alcance de la mano nunca ha parecido tan real como ahora. Son muchas las iniciativas culturales y de ocio que pueden conseguirse por Internet, algunas de ellas gratuitas. Teatros como el MET de Nueva York están ofreciendo sus espectáculos en streaming y muchos artistas están dando conciertos en directo. Si somos más frikys iniciativas como la Biblioteca Mundial de la ONU (www.wld.org/es) también ofrecen muchos contenidos para pasar el rato. .
- Videollamadas por doquier: Sí, no queríamos dedicarle un espacio a las videollamadas. Algunos tenemos la agenda que parece la de la Casa Blanca. Pero reconozcamos que la idea de las telecervezas tiene su encanto. O las teletapas. Sí, quedar a través de Skype para cenar o tomarse algo ya se puede decir que es tendencia. Al menos por Internet podemos mantener el contacto con lo seres queridos, que no es poco.
Ya que empezábamos con una cita, acabemos este post sobre el confinamiento con otra. Decía el gran pensador holandés Erasmo de Rotterdam que “El que domina el arte de convivir consigo mismo ignora el aburrimiento”. Así que ya sabéis, pararos a pensar en todas esas cosas que sí tenemos a mano. Y vete preparando la siguiente videollamada. Por si acaso.
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