Las vacaciones de verano ya están aquí. Tanto si ya has tenido oportunidad de tomártelas como si estás contando los días para cuando llegue el momento, en Agatar queremos pararnos a hacer una reflexión. Los días libres son una gran oportunidad para desconectar, olvidar los hábitos del día a día laboral y recuperar fuerzas. Pero también pueden ser un momento idóneo para reflexionar sobre cómo organizamos nuestro tiempo.
Os dejamos aquí tres hábitos que solemos abrazar durante las vacaciones y que no nos vendría mal recuperar el resto del año. Es cierto que algunas veces ocurre al contrario. Nos metemos en el periodo de descanso sin saber cómo desconectar de la rutina del día a día. En ese caso, procura aplicar estos consejos a las vacaciones.
Flexibilidad
Es cierto que hay gente que planifica sus vacaciones hasta el último minuto. Pero, seamos sinceros… ¿cuántas veces se cumple esa planificación? Y, lo más importante, ¿resulta un drama si no se cumple? Las vacaciones son terreno abonado para olvidarnos del reloj y para esos planes que surgen de improviso y que al final son los que más disfrutamos.
¿Cómo llevar esto a nuestro día a día? Huyendo de los horarios demasiado estrictos. Obviamente, hay tareas que tienen que realizarse en momentos determinados o dentro de plazos fijados, pero la realidad es que la mayor parte del tiempo podemos organizar nuestras actividades de un modo más flexible. Improvisar, cambiar el orden de las cosas o echar mano de planes que no sean los habituales mejorará nuestro humor y aumentará nuestra creatividad.
Cultivar nuestras pasiones
¿Cuántos de nosotros no hemos metido en la maleta esa novela que llevamos mucho tiempo pensando en leer pero que nunca encontramos tiempo para hacerlo? ¿O hemos pensado en ponernos al día con esa serie que tenemos atrasada? Parece como si hubiera que esperar al verano para poder disfrutar estas aficiones, pero lo cierto es que podemos (y debemos) encontrarles hueco también en nuestra rutina diaria y no tener luego una sobrecarga de ‘deberes atrasados’ para el verano.
El truco está en organizar el tiempo y crear un hábito. Quizá al final del día solo tenemos un rato para leer antes de meternos en la cama, pero esos minutos nos ayudarán a desconectar y a sobrellevar mejor la rutina. Crear pequeños oasis dedicados a nuestras aficiones es una buena manera de mantener un actitud positiva.
Aprovechar el tiempo al aire libre
El sol, el calor y el tiempo libre son buenos aliados para que una parte importante de nuestro verano transcurra fuera de casa. Pero esto es algo que también podemos incentivar durante el resto del año. El ejercicio al aire libre es una de las mejores maneras de combatir el estrés y dejar descansar la mente.
Siempre que podamos, debemos intentar incluir al menos un plan al aire libre para nuestros ratos de ocio y de descanso. Incluso dentro de la jornada laboral: tomar el desayuno o el almuerzo en el parque o en una plaza al sol nos ayuda a cambiar de aires y rendir más.
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