Si un producto es gratis, entonces tú eres el producto. Esta sencilla máxima nos ayuda a entender cómo funcionan todas las aplicaciones, servicios y programas gratuitos que empleamos de manera masiva en nuestro día a día. Aunque sea fácil olvidarnos de que esto es así. Antes de ser adquirida por Facebook, Whatsapp anunció que iba a cobrar una pequeña cuota a sus usuarios. Apenas un euro al año, pero las reacciones furibundas no se hicieron esperar. Muchos usuarios llamaron a boicotear la popular app y animaron a descargar otras alternativas, alegando que con todos los usuarios que tenía la aplicación, un euro de cada uno suponían cientos de millones de euros. Y eso era abusivo, en su opinión. Hoy, Whatsapp es gratuito, sí, pero el uso que Facebook quiere dar a nuestros datos con las condiciones de uso es todavía más preocupante para mucha gente.
En todo caso, la red social se ha visto obligada a dar marcha atrás de nuevo en su intento por imponer esa recolección de datos. La verdad es que el boicot de los usuarios y la vigilancia muy cercana de la Unión Europea, han tenido peso en esta decisión. ¿Qué supone esto en el uso de Whatsapp como herramienta de marketing? Menos de lo que cabría suponer. En Ágatar os traemos algunas claves para evitar un mal uso de esta herramienta y analizamos por dónde pueden ir los tiros en un futuro.
Analizar datos a la antigua usanza
Primero de todo, ¿qué es lo que quería hacer Facebook en las condiciones de uso de Whatsapp? La jugada consistía en cruzar los datos de la red social con los de la app de mensajería. Es decir, agregar toda la información estadística que Facebook guarda sobre nosotros. De este modo, las campañas de publicidad podrían haberse realizado en todas las plataformas a la vez, con todo lo que esto supone para alcanzar los usuarios de un modo más eficaz. El plan de la app era limitar la funcionalidad de los usuarios que no aceptaran las nuevas condiciones de uso, pero ahora esto será optativo. Y ahí está la clave de cómo debe ser nuestra relación con los usuarios de nuestros servicios a través de Whatsapp.
A la hora de usar la mensajería como herramienta de marketing los grupos de difusión pueden acabar cumpliendo la misma misión que se propone Facebook, pero de un modo mucho más transparente y amigable para el usuario:
- Transparencia total: Si vamos a recopilar datos de nuestros usuarios, tenemos que dejar muy claro para qué los vamos a usar. Es ilegal incluir a alguien en una lista de difusión sin su permiso, pero si nuestra lista es atractiva para el usuario, es posible que no le importe optar voluntariamente a estar en ella. Esa aceptación tiene que ser expresa para evitarnos problemas y cuanto más claros seamos al explicarlo mejor.
- Ficheros seguros: Es importante que tengamos almacenados los datos de nuestros usuarios de un modo 100% seguro. Todos los datos tienen que estar encriptados y guardados en un fichero debidamente protegido. En esta base de datos podemos tener todos los datos de contacto de los usuarios y las maneras en las que han aceptado recibir información de nuestra marca. Tener bien organizadas las listas para cada opción (correo, whatsapp u otras) es imprescindible.
- Análisis de datos: Una buena manera de saber cómo han llegado los usuarios a tu página es preguntarles mediante una encuesta, que puede ser anónima, pero es mejor si podemos tener los datos de la persona que responde. Esto por supuesto debe ser opcional y desde luego tenemos que informar claramente al usuario de que vamos a guardar sus datos. Otra forma de lograrlo es crear enlaces diferentes. Así, mirando las visitas en la web podremos ver cuánta gente ha entrado a través de un medio y cuántos lo han hecho a través de otro. Configurar Analytics de Google en nuestra web (o un servicio similar) es imprescindible.
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